Esta técnica permite dejar volar la imaginación, mientras se dibuja una escena con figuras, que ayudan al psicólogo a profundizar en el origen del problema.
Es una herramienta terapéutica que se usa tanto en adultos como en niños en los siguientes casos:
- Trauma.
- Trastorno de conducta.
- Duelo.
- Adicciones.
- Trastornos psicosomáticos.
- Déficit de atención.
- Trastornos de apego.
- Problemas de autoestima.
- Dificultades en relaciones sociales.
- Problemas familiares.
- Acoso escolar…

